domingo, 1 de marzo de 2009

La Recesión ¿Cómo te afecta?

La recesión económica o espiritual ¿Cuál es mas dañina?

¿Quién no está sufriendo el efecto devastador de la recesión económica?

Buena pregunta, también tiene una respuesta.

La noticia de que el presidente ordenó disminuir los intereses para el 95% de la población, es la respuesta.

¡Sólo el 5% de la población no recibirán ese estímulo económico!

¿Por qué?

Porque ellos representan los poderosos, los millonarios.

Así lo declara Robert Kiosaky, coautor con Donald Trump del libro” Queremos que Seas Rico”.

En su cuadrante del dinero, Robert explica que el 95 % de la población trabaja para otros y genera las ganancias de los millonarios, mientras que el resto, 5%, son los dueños de las grandes corporaciones y negocios internacionales y nacionales.

La pregunta es ¿A qué grupo perteneces?

Puedes tener una respuesta muy sincera contigo mismo/a

De todas formas esa es la realidad de hoy y de siempre.

Hay formas de escapar y comenzar a reorganizar nuestras realidades financieras, de ello también podemos leer en su libro.
Recomiendan los Negocios de Multinivel, porque serán los responsables de sacar de la pobreza a todos los que se acojan a esa modalidad de marketing.

De estas cosas, tengo mi propia experiencia y escribo en mi blog:
www.genial-atreveteaganar.blogspot.com

Ahora bien, no estamos haciendo este artículo para promover un negocio, sino una relación de fe con Jesús, quién puede cambiar nuestra realidad presente en una nueva dimensión de vida.

Hay recesión en el alma de muchas personas, dejaron de sentir amor al prójimo víctima del odio racial, o las desigualdades económicas, o el despido laboral que están sufriendo.

Para otros/as, la carga de una responsabilidad familiar, en días en que los dólares vuelan lejos de las manos y fuera de los bolsillos, es muy pesada.

La “Religión” no es suficiente, “hay que dar de comer y comer”, “hay que pagar renta y electricidad, combustible y medicinas”; Religión no es suficiente.

¿Cuál es tú opinión en este sentido?

La dejo a tu consideración y silencio, meditación y acción.

Yo creo en el Señor Jesús, en Su amor infinito, en Su Poder, en Su Misericordia que es nueva cada mañana (Lamentaciones 3:22-23).

También sé que debo actuar con las fuerzas que El me da, la sabiduría que El me proporciona, la habilidad para realizar con destreza y creatividad mi vida y recibir los resultados de mi trabajo diario.

Luego, puedo combatir la recesión con dos recursos extraordinarios: Fe en el amor y poder y gracia de mi Salvador Jesucristo y acción inteligente, en aquello que El me presenta en mi camino, para realizarlo con sabiduría.

La recesión en el alma, es frío interior, muerte de esperanza, sentido de soledad, cuestionarse a sí mismo, y encontrarse falto de fuerzas para seguir adelante.

Esa es la bancarrota espiritual, la que el enemigo se complace en brindar todos los días, la solución del diablo, la pérdida de los valores para los cuales fuimos creados por Dios.

Los centros de asistencia pública están repletos de personas en busca de ayuda económica, los empleados se alteran con tantas y diferentes necesidades, unidas a las de ellos mismos, muchas personas están sufriendo un cambio muy drástico en su estilo de vida.

Pero, ¡se puede arreglar!

¿Cuál es la fórmula mágica?

La mala noticia es que no existe fórmula mágica.

La buena noticia es que podemos contar con Alguien que entiende nuestra necesidad interior y sabe cómo ayudarnos.

A diferencia de los consejeros humanos, psicólogos y diferentes profesionales que se dedican a dictar sus conferencias presenciales a costos elevados, Jesús de Nazaret tiene el poder de incluir, en nuestra manera de pensar y actuar, la dirección eficaz para poder lograr cambios sustanciales en nuestra conducta y en nuestras actitudes.

Y es ahí dónde el trabajo es más significativo en: las actitudes

Podemos vivir bajo la influencia del pesimismo o tomar el escudo de la fe y llenarnos del poder de la gracia divina.

Es nuestra la decisión.

En esta porción del Sermón de la Montaña ( San Mateo 5: 1-16) Jesús declara donde está la felicidad(Bienaventuranzas), cómo vivir en sociedad(compartiendo con los demás y muy distante del orgullo y la avaricia personal), como proporcionar al prójimo la dirección correcta con nuestras actitudes(luz y sal de la tierra) y el regocijo a pesar del rechazo que nunca falta (estrategia del diablo).

Hay mucho que descubrir en el tesoro de las riquezas de Dios, mucho para disfrutar y compartir, meditar e incorporar a nuestra vida.

Si te sientes endeudado, llegaste al fondo, ya no puedes bajar más; entonces comienza a escalar, “fíate de Jehová con todas tus fuerzas” y comienza a vivir un día a la vez, descubrirás que la vida se hace más ligera y la carga menos pesada.

Medita, reflexiona, toma decisiones sabias.

Se puede arreglar el presente, si dejamos al Señor intervenir, se puede disfrutar un mejor mañana, si meditamos en las Palabras de Jesús “basta a cada día su propia afán”( Mateo 6: 25-34).

No estamos solos en este camino, la promesa es fiel: “Yo estoy con vosotros hasta el fin del mundo”(Mateo 28: 20).


Rodolfo Luis.

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