domingo, 20 de diciembre de 2009

Cosas que Puede Arreglar el Hijo del Altísimo


Hijo del Altísimo
Lucas 1:31-35
Marc. 5:7


Los hebreos aprendieron a nombrar con significado, con valores que les recordaban constantemente la Presencia de Dios entre ellos, durante su peregrinar en el desierto en el éxodo de Egipto.

Un Jehová que se da a conocer como Soy el que Soy
Un Proveedor
Sanador
Bandera
Paz

Y muchos otros nombres hallamos en las Escrituras que nos hacen conocer el propósito eterno del Señor para con los que creen en El y le obedecen como el “Admirable. Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9:6).


Pero mucho antes, desde el mismo Edén, los nombres de la primera pareja cobraron vida, significado.

El pasaje para meditar que encontramos en el Evangelio de Lucas nos da a conocer la maravilla de la encarnación y el origen de ella:

Y ahora concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús.
Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinara sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin”.

María a quien tantas generaciones han venerado, solamente reconoció ser una sierva del Señor, y lo hizo de forma muy especial hasta el final del propósito divino.

El Hijo del Altísimo, Jesús, es temido por los demonios (Marcos 5: 1-7 leer el pasaje).
El gadareno endemoniado, recibió la liberación del poder demoníaco gracias al Poder del Hijo del Altísimo, Jesús.

También recibió la comisión de ser testigo proclamador de las Buenas Nuevas de su experiencia de sanidad interior y liberación total, lo cual hizo de inmediato ( Marcos 5: 18-20).

El Hijo del Altísimo, Jesús, transforma vida y da propósito para vivirla.

Y estamos en la fecha en que recordamos con tanta energía la navidad del Hijo del Altísimo, Jesús de Nazaret.

Y navidad es nacimiento del Hijo de Dios, del Eterno que se encarnó y se limitó a la naturaleza humana, “ se hizo carne y habito entre nosotros, declara Juan en su Evangelio ( Juan 1: 14).

La pregunta es ¿Cómo celebro la navidad y qué sentido tiene para mí?

Ya sabemos como la sociedad moderna celebra navidad, con fiestas, comidas tradicionales, cantos diferentes, compras y ventas, viajes y gastos y mucho más.

Yo sé que Jesús el Hijo del Altísimo, es mi Salvador, mi Abogado defensor, mi buen Pastor, mi Amigo, mi Dios.

Y he aprendido, por experiencia, que su encarnación en días del rey Herodes no fue por casualidad sino por Voluntad divina, “El vino a buscar y salvar lo que se había perdido”(Lucas 19:10).

Y dentro de esa voluntad divina está mi salvación y la de todos los que le reciben como Señor y Salvador de sus vidas y le reconocen como el Hijo del Altísimo.

Luego navidad, tiene otro brillo para mí, no es tradición, es Amor en acción, no es fantasía, es Gracia divina que transforma, no es una fecha más en el calendario, es el “Yo estoy con vosotros todos los días, y a hasta el fin del mundo”.

¿Conoces tú al Hijo del Altísimo?

Nuestra sociedad moderna avanza muy de prisa, hay tanto entretenimiento, mucha algarabía, también tanto dolor y vergüenza mundial.

Cuánta sangre se derrama, cuánto odio se acumula, y amargura depositada en el espíritu de los humanos, tanta rebeldía desde la niñez, adolescencia perdida, juventud que mira con ojos opacados, sin ilusiones de conquista, portando los símbolos de la muerte prendidos en sus vestimentas y cargando con ella en su alma, imitando al famoso que paga sus deudas por los errores a la sociedad con grandes cantidades de dinero que recibieron de sus seguidores .

Un mundo manchado por las salpicas de las drogas, y los licores que, autorizadamente, se venden en cualquier esquina.

Un mundo donde la esclavitud moderna no levanta olas de protestas ni enciende de vergüenza las mejillas de los políticos de turno.

A este mundo que es igual al de hace 21 siglos le entregaron un tesoro que puede enriquecer cualquier vida, pagar cualquier deuda, liberar de toda esclavitud, dar vida y paz.

Ese tesoro es el Hijo del Altísimo, Jesús, quien descendió para reconciliar a la sociedad humana con su Creador ( II Cor 5: 17-21).

Y eso es navidad, natalicio del Hijo del Altísimo.

Ahora sabes quien es Jesús, el Hijo del Altísimo, el Salvador del mundo, la Luz que hace que las tinieblas desaparezcan de la mente del creyente y se convierta en hechos y palabras en luz para el mundo.

Por eso celebrar navidad para los creyentes en Jesús es oportunidad de testificar, de contra nuestras historias personales de fe y esperanza centradas en su bondad y misericordia hacia ti y en cada seguidor de El.

En esta época, fecha, fiesta, como quieras llamar, recuerda que El Hijo del Altísimo, Jesús, es Rey de reyes y Señor de señores y vuelve otra vez.

Ya preparó la Casa del Padre para los que le amamos, y está regresando a la Tierra en el tiempo, Su tiempo.


Hoy es Navidad, mañana también.

Rodolfo Luis.




No hay comentarios:

Publicar un comentario