miércoles, 28 de abril de 2010

Cosas Que se Pueden Arreglar: Los Pensamientos


El Poder de Tus Pensamientos

“Para que la flor florezca, se necesita el suelo indicado así como la semilla correcta. Lo mismo aplica cuando se cultiva el buen pensamiento”
(William Bernbach)


“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si es digno de alabanza, en esto pensad”
(Filipenses 4:8)

Pensar es un ejercicio muy necesario para mantener nuestro proceso de concentración y de acción bien dirigido.

Millones de personas no toman decisiones como resultado de su capacidad de pensar y reflexionar sobre la acción que deben tomar, más bien se dejan influir por el poder de persuasión que otros saben usar muy bien para lograr sus resultados.

Los diferentes anuncios que se exponen a la vista de millones de personas todos los días van dirigidos a la toma de acción, ellos presentan soluciones que acompañadas de colores y sonidos, sonrisas y aparente satisfacción de los que los presentan, minan la capacidad de pensar y libera los resortes internos de las personas para hacer la voluntad del anunciante: comprar, comprometerse, etc.

Igualmente los mensajes que tienen que ver con deportes, gimnasios, viajes de turismo, autos, líneas aéreas, alimentos, ropas, zapatos, etc

Dios nos hizo personas, no máquinas que respondan a los impulsos y las intenciones de los demás, sin considerar los peligros o consecuencias que se deriven de ello.

El apóstol Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, y consiente del poder de los pensamientos, aconsejó a los hermanos de Filipos ha pensar en lo verdadero.

¿Y qué es verdad en una sociedad donde todos los días se anuncian soluciones mágicas, y hasta se evoca a los astros para que den una respuesta a los humanos?

¿Y dónde hallar la verdad que satisfaga la demanda interior de las personas de todas las edades?

¿Y cuál es el costo para obtener esa verdad y mantenerla a nuestro favor como fuente única de motivación y práctica?

Gracias a Dios que provee todas esas respuestas y mucho más en Su Palabra, la Biblia, y por medio de la iluminación del Espíritu Santo en cada creyente en Jesús de Nazaret, quien dijo: “ Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida…”(Juan 14:6)

La Biblia es un manual para vivir día a día, una carta que nos trae la buena noticia del amor de Dios, su comprensión y su ayuda desinteresada.

Nada escapa a la sabiduría del Padre Celestial, el sabe que “somos polvo”, conoce nuestras intenciones y los pensamientos más reservados en nuestro interior.

Nuestro Creador conoce como tratar con nuestra autoestima, donde se producen nuestras debilidades de carácter y las fallas de nuestra personalidad como superarlas.

El centro está en nuestros pensamientos, en la forma de pensar, en la dinámica de ellos, en la energía que le imponemos, el interés que nos mueve, y el temor a Dios que poseamos.

Nadie escapa a esta evaluación sencilla pero tan real como el aire que respira.

Lea de la vida de los hombres y mujeres que de ellos se escribió en la Biblia: Adán y Eva, Noé, Abraham, Moisés, Josué, David, Isaías, Débora, Ester, Pedro, Felipe, Pablo, y tantos otros y otras, personas comunes, que enfrentaron el reto de su día, tomaron decisiones y sus acciones fueron evaluadas por el Dios Todopoderoso, esto se repite todos los días contigo también.

Lo que muchos desconocen es que nuestra historia también se está escribiendo , se está gravando el video de nuestras acciones, se está gravando el tema de nuestras conversaciones, las imágenes de nuestro rostro en respuesta a las circunstancias y a las demandas que nos exigen a diario como ciudadanos y administradores del Planeta Tierra.

Nuestra responsabilidad ante la familia y la sociedad en general se evalúa constantemente, somos llamado a hacer y no a destruir, a cooperar y no a desalentar, a servir y no exigir servicios, dar antes que pedir.

Es la Regla de Oro: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”(Mateo 5: 43-48).

Y todo esto se consigue cuando cedemos al cambio que Dios nos ofrece en Cristo Jesús ( II Corintios 5: 17-21).

La conclusión es que podemos ser diferentes y sentirnos mucho mejor si cambiamos la forma de pensar, aprendemos a pensar sabiamente y a tomas decisiones correctas que alaben a Dios.

Estoy seguro que te sentirás en paz y serás portador de paz a otros.

Rev. Rodolfo Luis

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