viernes, 30 de abril de 2010

Cuestión de Naturaleza

Cuestión de naturaleza

“Casi no he tocado el barro y soy de barro”.
(Antonio Porchia)
“Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás”.
(Génesis 3: 19, La Biblia)

¿Y por qué tanto orgullo en los humanos?

La experiencia nos enseña que estamos de tránsito en esta Tierra, y la Biblia nos revela esa realidad desde el mismo inicio de la presencia humana en este mundo.

Cuantas generaciones han transcurrido desde entonces, descubrimientos científicos, adelantos tecnológicos, imperios y gobiernos humanos, desarrollo de la sociedad, educación digital, Universidades de fama internacional, volúmenes de diccionarios de todo tipo, bibliotecas a montones, caminatas espaciales, proyectos de hoteles en el espacio, transbordadores para turistas espaciales al módico precio de millones de dólares, guerras increíbles con alta tecnología en busca de vidas que se esconden como insectos huyendo de su enemigo, el hombre.

Y podemos escribir más sobre este asunto, pero ¿para qué?

Millones no piensan en su naturaleza: “barro, aunque nunca lo hayas tocado”.

Millones ni siquiera saben su origen sobre la tierra, ni piensan en ello, ni saben sobre el propósito que el Creador tiene para ellos, su vista está en lo que tienen delante, sus sentidos están adormecidos por el ruido de la sociedad moderna, el ritmo de sus vidas lo marca satisfacer sus pasiones.

En cada generación se exigen cambios, pero las personas no están dispuestas a realizarlos dentro de sí mismas.

Tome por ejemplo la conducta humana, y pregúntese ¿por qué tanto odio sobre la tierra? ¿por qué tantas desigualdades en la sociedad?

Dos preguntas que necesitan dos respuestas muy sinceras y con el sello de lo que soy y hago.

Si no existiera las barreras raciales, culturales, económicas, sociales, religiosas, si las personas respetaran la vida de su prójimo, si los hogares fueran el refugio de la familia y la fortaleza de la cual nadie quiere escapar, si los padres amaran a sus hijos y los trataran como la extensión de sus propias vidas, si los hijos amaran y respetaran a sus padres de la misma forma que se apegan al celular y escriben mensajes de texto, si los ancianos no fueran olvidados y los más jóvenes sintieran la curiosidad por conocer sus experiencias acumuladas por los años y demostraran respeto ante las canas…

¡Que lista se puede hacer!

Si, ya sé lo que estás pensando, se necesita otro mundo y otras personas.
Y tienes toda la razón.

Es por eso que Dios tomó forma humana y se hizo carne, nació Jesús de Nazaret ( Juan 1: 1-14)

Y ese Jesús dijo: “Yo he venido a buscar y salvar lo que se había perdido”
( Lucas 19:1-10)

¿Te das cuenta como trabaja Dios?

Dios se hizo de barro sin ser de barro, se hizo hombre.

Dios comprende el hambre que los humanos sienten, hambre de amor, respeto, consideración, estima, valores espirituales y morales, sanidad interior, libertad de conciencia, necesidad de ser lo que deben: imagen de Dios, reflejo divino, luz del mundo.

Todo comienza con creer que se puede lograr.

Y se logra creyendo que Jesús lo puede hacer en tu vida

Y se disfruta cuando cambiamos nuestra manera de pensar y actuar y tomamos el estilo de vida que Jesús nos dejó de ejemplo para imitar.

Lo puedes hacer, si quieres.

Rodolfo Luis.


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