miércoles, 18 de marzo de 2009

Se Puede Arreglar Con Jesús.



El esfuerzo por salvar a la Tierra

Es muy hermoso el esfuerzo que realizan ciertas entidades dirigidas a resolver o aliviar los efectos del calentamiento global y sus consecuencias cada vez más dañinas sobre el planeta Tierra.

El 28 de Marzo será un día muy especial en este sentido, el llamado es tener conciencia de cómo podemos ayudar que el calentamiento global se reduzca haciendo un uso inteligente de los recursos naturales y evitando el despilfarro.

He aquí la noticia:

Una hora sin luz eléctrica
“El 28 de marzo del 2009 decenas de millones de todo el mundo apagarán las luces a las 8:30 pm hora local para expresar preocupación por el cambio climático. La iniciativa del World Wildlife Fund busca crear conciencia sobre el deber que tiene cada individuo de contribuir a ahorrar energía y de cómo una acción conjunta puede frenar el calentamiento global.En el 2008, 50 millones de personas se sumaron a la Hora del Planeta y edificios emblemáticos como el Empire State y el Coliseo de Roma y el Golden Gate también quedaron a oscuras”.


Este esfuerzo me recuerda uno realizado hace 20 siglos atrás.

En aquella ocasión el sol dejo de alumbrar, hubo tinieblas, un terremoto, los cementerios sintieron el poder de la vida y muertos resucitaron, los truenos cayeron sobre la Tierra y las personas en escena sintieron mucho temor( esta noticia está aquí Mateo 27: 45-54).

Nunca antes se había hecho un esfuerzo de tal magnitud por dar Salvación a la Humanidad, ni después lo habrá.

Se comprometió en esta acción el Amor de Dios hacia Su Creación, el sacrificio de Su Hijo Jesús, la Luz del mundo, en una cruz por el pecado de todos los humanos, el poder del Espíritu Santo tomando acción y revelando a millones desde entonces, que aquel sacrificio único es suficiente para Salvar al Planeta del desastre final que se avecina.

La sociedad humana, de todas las épocas, ha ignorado en su gran mayoría el esfuerzo sacrificial de Jesucristo, lo ha tildado de historieta, filosofía, utopía, mentira de los predicadores, ingrediente de explotación de las masas, opio de los pueblos, muleta para los que no tienen valor para enfrentar los retos de la vida, etc.

Pero la realidad es otra, millones de personas de todas las edades, en cada generación siguiente al sacrificio de Jesús en la cruz del Calvario, ha recibido un mensaje de esperanza y paz, ha experimentado la salida de las tinieblas a la luz admirable de Aquel que nos ama con amor eterno (Juan 3: 16-18-21 leer).

¿Qué respuesta puede dar la sociedad moderna a la crisis familiar, al consumo de drogas, 35 millones de personas la usan en en USA y emplean más de $ 64 Billones de dólares en ese consumo de muerte y destrucción , a las consecuencias de ingerir licor, a las desigualdades sociales, las ambiciones de poder, la explotación de niños y adolescentes en la prostitución, los gobiernos totalitarios, los imperios que se olvidan de los pobres del tercer mundo?

Sí, la culpa será echada sobre los que no la tienen, como siempre.

Pero la realidad es otra, todos somos responsables ante Dios.

El mensaje de la Biblia sigue en pie: “Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”(Juan 8: 12).

Amigo/a es necesario reconocer que existe un problema personal y universal y ese problema tiene un nombre: desobediencia espiritual.

La desobediencia espiritual rechaza la disciplina divina, se revela contra la verdad de la Palabra de Dios, desacata la autoridad del Señor y se opone al plan divino de “amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”.

Mientras que haya rebeldía en el espíritu del ser humano hacia Dios, negación de nuestra responsabilidad personal e universal, ausencia de temor a Dios, y orgullo del poder del conocimiento y la ciencia, se sufrirá cada vez más el impacto que se deriva de esas actitudes negativas y virulentas.

El planeta será barrido, se quemará, (léalo en II Pedro 3: 7-12), ¡que horror!

Mi propósito no es asustar, tampoco olvidar la realidad que está por llegar, mi propósito es recordar que hay esperanza y deseo de parte de Dios de hacer todas las cosas nuevas ( II Cor. 5: 17-21).

Primero hay que arreglar el interior humano, su mente, su espíritu, sus pensamientos, sentimientos, deseos, emociones, actitudes.

De esto se trata, de cambios, el poder del Evangelio de Jesucristo recibido por fe y aceptado en su totalidad se encarga de ello.

Es cuestión de vivir diferente, pensar distinto, experimentar emociones mejores y sanas, disfrutar de relaciones dignas y establecer la vida sobre el fundamento sólido del poder de Dios y su amor para con nosotros.

Es poseer la sabiduría de lo alto para hacer inversiones correctas, en el tiempo que nos toca vivir, inversiones en bien de muchos, comenzando en el hogar y extendiéndose al resto de su círculo de influencia, comprometerse con Dios en hacer al planeta Tierra un nuevo Edén; ¿A caso no eres un administrador de la vida que El te ha dado?

Y esta es la parte difícil de realizar.

Pero no imposible en tu experiencia personal y familiar.

Se puede vivir mejor si dejamos al Señor Jesús arreglar nuestro interior.

Rodolfo Luis.

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