Acción de Gracias
Ya estamos en los días en que muchas personas, de forma muy especial, se reúnen con el propósito de festejar, comer pavo, y compartir en una ambiente amistoso o familiar.
Esto es bueno y debería practicarse mucho más frecuente, en familia y en los diferentes círculos de la sociedad.
El espíritu de amistad y las buenas relaciones deben ser parte de nuestra vida diaria, de nuestros hábitos de nuestra rutina.
Acción de Gracias tiene otro significado muy lejos del primero, es recordar a Dios, el cual no debe ser olvidado nunca, es traer al día y al momento un encuentro personal y familiar con el Creador y reconocer cuántas bendiciones nos ha entregado durante toda la vida, al precio de Su Amor por toda la humanidad.
Es cierto que en esta Acción de Gracias está la historia de los Peregrinos, cristianos, que decidieron agradecer al Señor su bondad al encontrar tierra de libertad y ser recibido con amabilidad por los nativos de esta tierra muy bendecida por Dios.
¿Qué si nos detenemos a considerar nuestra procedencia, nuestro país de origen, nuestras causas de llegada a esta nación?
¿Por qué deberíamos celebrar lo que otros vivieron y recordar sus sentimientos de gratitud y tomarlos para festejar a nuestra manera?
Yo puedo hacer una lista más extensa de preguntas, pero el propósito es que juntos, tú y yo, valoremos la bondad del Dios eterno y de forma muy particular, elevemos nuestra gratitud al Señor que nos ha bendecido con la entrada a tierra de libertad.
Acción de Gracias debe ser motivo de reflexión, de ser un alto y mirar atrás, mirar el hoy y vislumbrar un mañana mejor.
Si usas este día de Acción de Gracias para divertirte, a la manera de los que no temen a Dios, lo puedes hacer, ¿quién te lo va impedir?
¿Dios?, jamás lo hará porque es “paciente para con todos no queriendo que ninguno se pierda sino que se arrepientan” II Pedro 3:9
Si lo usas para agradecer al Señor su amor y cuidado, sus bendiciones y su compañía a todo momento, entonces estoy seguro que sentirás mucha paz, alegría limpia y satisfacción espiritual.
Tú decides que harás.
Rodolfo Luis
Ya estamos en los días en que muchas personas, de forma muy especial, se reúnen con el propósito de festejar, comer pavo, y compartir en una ambiente amistoso o familiar.
Esto es bueno y debería practicarse mucho más frecuente, en familia y en los diferentes círculos de la sociedad.
El espíritu de amistad y las buenas relaciones deben ser parte de nuestra vida diaria, de nuestros hábitos de nuestra rutina.
Acción de Gracias tiene otro significado muy lejos del primero, es recordar a Dios, el cual no debe ser olvidado nunca, es traer al día y al momento un encuentro personal y familiar con el Creador y reconocer cuántas bendiciones nos ha entregado durante toda la vida, al precio de Su Amor por toda la humanidad.
Es cierto que en esta Acción de Gracias está la historia de los Peregrinos, cristianos, que decidieron agradecer al Señor su bondad al encontrar tierra de libertad y ser recibido con amabilidad por los nativos de esta tierra muy bendecida por Dios.
¿Qué si nos detenemos a considerar nuestra procedencia, nuestro país de origen, nuestras causas de llegada a esta nación?
¿Por qué deberíamos celebrar lo que otros vivieron y recordar sus sentimientos de gratitud y tomarlos para festejar a nuestra manera?
Yo puedo hacer una lista más extensa de preguntas, pero el propósito es que juntos, tú y yo, valoremos la bondad del Dios eterno y de forma muy particular, elevemos nuestra gratitud al Señor que nos ha bendecido con la entrada a tierra de libertad.
Acción de Gracias debe ser motivo de reflexión, de ser un alto y mirar atrás, mirar el hoy y vislumbrar un mañana mejor.
Si usas este día de Acción de Gracias para divertirte, a la manera de los que no temen a Dios, lo puedes hacer, ¿quién te lo va impedir?
¿Dios?, jamás lo hará porque es “paciente para con todos no queriendo que ninguno se pierda sino que se arrepientan” II Pedro 3:9
Si lo usas para agradecer al Señor su amor y cuidado, sus bendiciones y su compañía a todo momento, entonces estoy seguro que sentirás mucha paz, alegría limpia y satisfacción espiritual.
Tú decides que harás.
Rodolfo Luis
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